El mundo interior es tan real como el exterior. Deberíamos ser conscientes de ello. También tiene su paisaje, sus contornos, sus profundidades, sus oportunidades, sus polaridades, “...sus regiones ilimitadas. En este sentido, cada persona debe ser el pequeño centro en el que se encuentran ambos mundos, el exterior e interior, los cuales se nutren mutuamente, por lo cual es ineludible atenderlos con apasionado amor y afanosa inteligencia y sabiduría..." La coherencia entre ambos mundos es el equilibrio, es la equidad interna para construir la equidad en todas las esferas de la vida. La cima del volcán Tungurahua, en este camino hacia la cima pude experimentar la convivencia de ambos mundos, me demandó alta concentración, Fe, esfuerzo y sentido de solidaridad, tanto para darla y recibirla... pues sola jamás lo hubiera logrado. Deseo que puedas mirar ese equilibrio en tu interior, es parte del crecimiento personal y profesional.