El cementerio de Tulcán. Reconocido por los habitantes locales y extranjeros, como una maravilla moderna. Esta “Escultura en verde” es única en su género, fue creada por el señor Azael Franco en 1936. Tallados en ciprés estas maravillas convierten al campo santo en un palacio donde se conjugan armoniosamente arte y belleza, y conllevan a un espectáculo único digno de ser apreciado por turistas. Al llegar a Tulcán, el visitante no puede pasar por alto el cementerio general, embellecido por ocho hectáreas que comprenden 120 figuras que engalanan este Panteón, el cual es una de las bellezas más representativas a nivel de América Latina. Dirección: El parque de esculturas verdes está ubicado dentro del cementerio de la ciudad de Tulcán en las Av. Del Cementerio y calle Cotopaxi al noroccidente de la ciudad. Fecha de Realización: Estas importantes y atractivas obras se vienen realizando desde el año 1.936 Descripción: Después del terremoto ocurrido en 1923, la ciudad experimenta una rediseño urbanístico, en aquellos días el Cementerio nuevo empezaba a funcionar con vistosos mausoleos ubicados a los costados del ingreso. En 1936 Don José María Azaél Franco planta los primeros ciprés que años después se convertirían en la mayor herencia dejada a la ciudad de Tulcán. La característica que hace único a este cementerio son sus impresionantes figuras talladas en ciprés; figuras agustinas, precolombinas, fauna ecuatoriana, arcos de medio punto, pilones y mascarones gigantes.
La primera figura realizada por Azaél Franco se denomina “Camino al Cielo” y esta ubicada en la parte frontal izquierda del lugar.
La posición de los jardines ha permitido la división de los parques internos por nombre así: la primera parte al ingreso al campo santo se denomina “Altar de Dios (1936)” y la parte posterior igualmente conformada por dos jardines laterales se denomina “Parque de los Recuerdos (1987)”.
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